La búsqueda de la felicidad es un objetivo común a todos los seres humanos. Cada individuo quiere encontrar las claves para ser feliz a lo largo de su vida. Sin embargo, es innegable que algunos períodos son más difíciles que otros y dificultan nuestra búsqueda de la felicidad. Un estudio científico incluso identificó el Los cuatro años menos felices de toda mi vida.. Descubramos juntos estos momentos delicados, para comprender mejor las causas de esta insatisfacción y tratar de afrontarlas.
Primer año difícil: 23 años
Según el estudio realizado por investigadores de psicología y comportamiento humano, el primer año que resulta complejo en términos de felicidad es el que alcanza los 23 años. Este período de la vida generalmente marca la transición entre la educación superior y la entrada a la vida laboral. Es por tanto un momento de transición difícil, lo que puede generar estrés y presión social en los adultos jóvenes. Además, a menudo tienen que conciliar la búsqueda de su primer trabajo, la mudanza a su propia casa y la gestión de nuevas responsabilidades.
¿Cómo superar esta fase?
Para afrontar este delicado hito puede resultar útil recordar que cada uno avanza a su propio ritmo y que es fundamental no compararse con los demás. Tomarse el tiempo para adaptarse a su nueva vida, establecer prioridades y construir una sólida red de amigos ayuda a que este período sea más placentero.
Segundo año complicado: 34 años
El segundo año identificado como menos feliz es cuando se llega a los 34 años. A esta edad, la mayoría de las personas ya han formado una familia y han encontrado un cierto equilibrio profesional. Sin embargo, varias razones pueden explicar esta caída de la felicidad:
– allá carga mental vinculados a responsabilidades familiares y profesionales,
– preocupaciones sobre el desarrollo profesional y un posible estancamiento,
– el famoso » síndrome del nido vacío“, con niños que abandonan sus hogares para vivir sus propias vidas.
¿Cómo superar esta fase?
Aprender a delegar ciertas tareas, aceptar dedicar tiempo a las propias necesidades y reconectar con viejas pasiones son pasos esenciales para vivir mejor este período. También puede resultar beneficioso hablar con otras personas que estén pasando por la misma situación o recurrir a un life coach para obtener asesoramiento personalizado.
Tercer año complejo: 53 años
Al llegar a los 53 años ocurre otro período crítico en nuestra existencia. La proximidad de la jubilación, el envejecimiento físico y los problemas de salud pueden ser la causa de este descenso de la felicidad. Además, las cuestiones existenciales están cada vez más presentes:
– ¿He logrado lo que quería en mi vida?
– ¿Es demasiado tarde para hacer realidad ciertos sueños?
– ¿Estoy preparado para afrontar la jubilación y sus cambios?
¿Cómo superar esta fase?
Para superar mejor este período, es importante adaptar su visión de sí mismo y de su vida. Realizar revisiones puede ayudar a identificar nuestros éxitos, nuestras aspiraciones y áreas donde aún es posible mejorar. También es crucial aprender a aceptar el inevitable envejecimiento físico y sus efectos. Por último, no debemos minimizar la importancia de cuidarnos tanto en términos de físico y mental.
Cuarto año difícil: 68 años
El último año crítico que determinó el estudio es el de los 68 años. A esta edad, la mayoría de las personas viven jubiladas desde hace varios años y deben hacer frente a las perturbaciones vinculadas a esta situación:
– una pérdida de estatus social inherente al cese de la actividad profesional,
– una reducción de los contactos sociales y de la red de amigos,
– un sentimiento de inutilidad después de haber desempeñado un trabajo durante décadas.
¿Cómo superar esta fase?
Para afrontar este período menos feliz, es importante pensar con antelación en las actividades y pasiones que podrían ocupar nuestro tiempo libre una vez llegue la jubilación. Participar en actividades voluntarias, mantener una vida social activa y buscar constantemente prosperar en nuevas áreas te permite vivir esta etapa con mayor serenidad.
Al final, aunque estos cuatro años puedan considerarse los menos felices de nuestras vidas, siguen siendo una parte inevitable de nuestro viaje humano y nos enseñan valiosas lecciones. Si comprendemos las cuestiones específicas de cada época y adoptamos las actitudes adecuadas, podremos seguir buscando y cultivando la felicidad a pesar de los obstáculos encontrados.