En nuestra perpetua búsqueda por ahorrar dinero y respetar el medio ambiente, a menudo es fácil olvidar ciertos aspectos de nuestra vida diaria. Entre ellos, el congelador es un elemento imprescindible en nuestros hogares: nos permite conservar los alimentos durante más tiempo y así reducir el desperdicio. Sin embargo, un uso inadecuado del mismo puede tener un impacto importante en nuestro bolsillo y en nuestro consumo energético. Descubre este sencillo hábito de adoptar con tu congelador que te permitirá ahorrar dinero y preservar el planeta.
Comprender el impacto del hielo
Con el tiempo, es normal que su congelador se obstruya y capa de hielo se forma en sus paredes. Aunque esto pueda parecer trivial, esta acumulación en realidad tiene una influencia directa en el rendimiento de tu dispositivo y por tanto en su coste. Cuanto mayor sea la capa de escarcha, menos eficiente será el funcionamiento de su congelador y más energía consumirá. De hecho, no se debe descuidar la adopción de una rutina regular de descongelación.
El aumento del consumo de energía
El frío generado por un congelador es resultado de los motores que evacuan el calor al exterior del aparato. Cuando la capa de hielo se espesa, estos motores tienen que trabajar más para lograr el mismo resultado. Como resultado, su congelador consumirá más electricidad.
La disminución de la eficiencia de la conservación.
Incluso si su congelador continúa funcionando y mantiene sus alimentos congelados, una gruesa capa de escarcha reduce su capacidad de almacenamiento, así como su potencial de enfriamiento. En última instancia, esto puede tener repercusiones en la calidad y conservación de sus productos alimenticios.
Descongelar regularmente: instrucciones y beneficios.
Para superar estos problemas es esencial descongelar regularmente tu congelador. Este sencillo gesto generalmente no requiere mucho tiempo y tiene varias ventajas:
– Ayuda a reducir el consumo de energía de tu dispositivo.
– Aumenta la vida útil de su congelador.
– Preserva la calidad de las conservas.
Elige el momento adecuado
No existe una regla estricta sobre la frecuencia con la que se debe descongelar el congelador; depende en gran medida de la cantidad de escarcha que se haya acumulado. No obstante, se recomienda realizar esta limpieza al menos cada seis meses. Aprovecha también un momento en el que tu dispositivo no esté demasiado lleno, para facilitar el proceso.
Preparando y vaciando el congelador
Para una descongelación efectiva, comience apagando su electrodoméstico y desenchufando el tomacorriente. Luego, retira toda la comida y colócala en un lugar fresco o más fresco para que no se descongele demasiado rápido. No olvides retirar también las papeleras y los cajones, que se pueden limpiar por separado con agua tibia y jabón.
Quitar el hielo acumulado
Es importante nunca uses un objeto afilado para eliminar la capa de escarcha, ya que podría dañar irreparablemente su congelador. En su lugar, utilice una espátula de madera o plástico. También puedes colocar recipientes con agua caliente dentro del dispositivo, lo que derretirá gradualmente el hielo y facilitará su extracción.
Prevenir la aparición excesiva de heladas
Además de la descongelación regular, algunos gestos simples puede ayudarle a limitar la rápida formación de escarcha en su congelador:
Mantener una temperatura estable y adecuada.
Asegúrate de respetar la temperatura recomendada para cada compartimento, normalmente indicada en la etiqueta de tu dispositivo. Normalmente, el termostato debe ajustarse entre -18°C y -20°C para congeladores llenos, y entre -15°C y -18°C para congeladores menos llenos. Un ajuste dentro de estos rangos puede reducir la aparición de escarcha sin comprometer la calidad de conservación de los alimentos.
No introducir comida caliente.
Cuando colocas alimentos aún calientes en el congelador, se produce un aumento de la humedad en el interior y por tanto se acelera la formación de escarcha. Recuerda siempre dejar enfriar tus preparaciones antes de congelarlas.
Compruebe la estanqueidad periódicamente
Una junta de puerta en mal estado deja pasar el aire exterior y favorece la aparición de condensaciones y por tanto de escarcha. Es importante comprobar periódicamente su estado y cambiarlo si es necesario.
Al adoptar este sencillo hábito, optimizará el uso de su congelador, al mismo tiempo que logrará importantes ahorros de energía y reducirá su impacto ambiental. Así, un gesto por simple que sea puede contribuir enormemente a la preservación de nuestro planeta y de nuestro bolsillo.