EL ladrones siguen innovando en sus técnicas para entrar en los hogares sin pasar desapercibido. Ante el aumento de la seguridad en los hogares, se ha hecho necesario que estos encuentren nuevas formas de burlar los dispositivos de protección y ahorrar tiempo en sus fechorías. Descubre la nueva técnica utilizando líquido ácido dañar puertas y cerraduras para facilitar el acceso.
Un método ingenioso y silencioso para abrir cerraduras
Las cerraduras representan un verdadero dolor de cabeza para los ladrones. De hecho, a menudo están diseñados para resistir los intentos de picar y otros métodos tradicionales de fuerza. Ante esta dificultad, los ladrones han desarrollado una nueva técnica para entrar en casas y apartamentos de forma rápida y silenciosa.
Usar un líquido ácido para dañar las cerraduras
Para derribar una puerta sin hacer ruido, los ladrones utilizan una sustancia corrosiva. Este líquido ácido, que generalmente se vende en forma de gel, se aplica directamente al mechón usando una jeringa u otra herramienta para dosificar con precisión la cantidad necesaria. La sustancia luego se filtra en el mecanismo, provocando la corrosión de las distintas piezas e inutilizando la cerradura.
Cerraduras más fáciles de forzar
Una vez que el ácido daña los componentes internos de la cerradura, los ladrones pueden forzar la apertura sin tener que preocuparse de activar la alarma. También es posible que utilicen una herramienta para quitar el mecanismo dañado. Este método agiliza el proceso de robo minimizando el ruido producido, para no llamar la atención de vecinos o posibles transeúntes.
Las consecuencias de esta técnica en puertas y cerraduras
Además de la violación de la privacidad y la pérdida de propiedad causada por un robo, el uso de un líquido ácido por parte de los delincuentes causa daños adicionales a la propiedad. De hecho, la exposición al producto corrosivo afecta no sólo a la cerradura, sino también a la puerta y su marco, lo que provoca costosas reparaciones para las víctimas.
Cerraduras irreparablemente dañadas
Cuando el dispositivo de bloqueo ha estado expuesto a una sustancia corrosiva, a menudo no es posible repararlo simplemente cambiando algunas piezas. Generalmente es necesario sustituir todo el mecanismo, lo que representa un coste importante para los propietarios. Además, deben cubrir estos costos sin contar con una posible intervención de su seguro, porque los daños causados por esta técnica generalmente se consideran vandalismo y no como un evento vinculado a un robo.
Puertas dañadas y debilitadas
El líquido corrosivo utilizado por los ladrones no sólo ataca la cerradura. También es probable que dañe la puerta y su marco, que puede presentar signos de corrosión o incluso debilitarse estructuralmente. Una puerta así dañada ofrece menos protección contra intrusiones, por lo que se debe considerar su sustitución para garantizar la seguridad de los ocupantes de la vivienda.
¿Cómo protegerse de esta nueva técnica de los ladrones?
Aunque no existe una solución milagrosa para contrarrestar todos los métodos de robo, es posible adoptar ciertas medidas para limitar los riesgos asociados con el uso de líquidos ácidos. Por lo tanto, tener un cerradura de alta calidad con un mecanismo protegido y robusto puede disuadir a los ladrones de utilizar este método. Además, agregar una característica de seguridad adicional, como una barra de refuerzo o un bloqueo multipunto, puede disuadir a posibles ladrones de probar suerte en su casa.
Sin embargo, el mejor enfoque sigue siendo, sin duda, centrarse en la prevención aguas arriba. Esto incluye la instalación de sistemas de alarma y videovigilancia, así como la adopción de buenas prácticas de seguridad, como no dejar objetos preciosos a la vista y evitar mostrar su ausencia en las redes sociales. De esta manera, podrá proteger eficazmente su hogar y disuadir a los ladrones de intentar ingresar a su hogar utilizando métodos furtivos.