El idioma armenio, un orgullo nacional

El idioma, un orgullo nacional
Los armenios se sienten muy orgullosos de su alfabeto, complejo y críptico para cualquier extranjero. Se creó en el año 405 y consta de 39 letras que un no iniciado calificaría, como poco, de raras; 10 de ellas son vocales, y ni una parecida a nuestro abecedario. O sea, que resulta imposible descifrar cualquier letrero. Además, este país, poco acostumbrado al turismo occidental, no siempre ofrece rótulos en un segundo idioma.
Los armenios hablan armenio, claro, y prácticamente todos también ruso, pero solo unos pocos se expresan en inglés. El viajero español ni siquiera va a encontrar una guía, un catálogo o un típico libro de cocina en castellano que comprar. Pero eso no significa que no pueda entenderse con la gente de allí, siempre dispuesta a ayudar, abierta, imaginativa y simpática. A poco que se esfuerce, el turista encontrará personas deseosas de charlar con él y preguntarle si le gusta su país. Unas pocas palabras en inglés, muchas sonrisas y algunos gestos pueden bastar para entenderse.
El turismo principal en Armenia procede de Rusia y de Irán. Los vecinos iraníes, con dinero porque no tienen ningún lugar donde gastárselo en su propio país, se desplazan a Armenia, sobre todo los fines de semana, para disfrutar de esas cosas que ellos tienen prohibidas: el alcohol, el juego y el que las mujeres puedan deambular por la calle sin llevar velo, algo impensable en el Irán actual.